jueves, 18 de diciembre de 2008

¿Por qué escribes?

Pues supongo que más de uno se preguntará exactamente eso…, ¿por qué este hombre escribe? Y lo que es peor: ¿por qué nos hace leer sus historias?

Bueno, realmente yo no obligo a nadie a leer, así que la conciencia me queda más o menos tranquila. Sin embargo la pregunta que surgió hace unos días, tras asistir a una charla de Imma Chacón, subyace: ¿y tú, por qué escribes?

He oído y leído mil y un motivos, sin ir más lejos mencioné uno el otro día en una entrevista para Periodista Digital: “Escribir es la única manera de ser Dios”. Cierto, te convierte en alguien todopoderoso, capaz de crear y destruir, e incluso de sorprenderte por los actos de tus personajes… Sin embargo, ¿es por un afán de ser como Dios por lo que escribo? Ambicioso sin duda soy, pero no tanto. De modo que me he puesto a pensar razones y me han surgido unas cuantas, veamos, sin orden ni concierto:

Escribo por un irracional deseo de supervivencia. De modo que cuando deje este mundo algo de mi quede al menos en alguna librería… Flojo, flojo, a la par que vanidoso y egocéntrico. No es mi razón…

Escribo para que me quieran. Ni en broma, quien me tiene que querer ya me quiere y dudo que quien me lea me vaya a querer más, incluso podría ser al contrario, y francamente me trae sin cuidado.

Escribo para forrarme de millones de Euros. Jua, jua, jaaaa, no me lo creo ni yo.

Escribo para hacer felices a los demás. Podría claramente ser la causa principal para que dedique tantas horas de mi vida a escribir historias, filantrópico ciertamente…, pero lo cierto es que cuando escribo el resto del mundo me importa bien poco. Es una vez terminada la obra cuando pienso que quizá (y no me sucede con todo lo que escribo), que tal vez, que a lo mejor merezca la pena lanzarla al mundo. De esa manera el texto cobra otra vida, confrontado con las situaciones, las vidas y las lecturas de otros. Y es francamente enriquecedor y emocionante charlar con la gente que ha leído un cuento o una novela tuya y ver cómo les ha emocionado, ya sea para bien o para mal…, toda una experiencia.

Y aquí no me queda más remedio que hacer un inciso…, porque escribir se puede escribir de todo: novela, cuento, poesía, ensayo, artículos periodísticos, un diario…, incluso hay que tener arte para escribir literatura técnica y no aburrir… Pero yo estoy encasillado, a mi me gustan los cuentos y las novelas, ¡qué se le va a hacer!

Veamos, ¿por dónde iba? Sí, escribo para poner en orden mis ideas, para pensar mejor…, bien lo cierto es que en general no escribo para eso, más bien escribo para dar rienda suelta a mi imaginación. Ciertamente escribir no es la única manera de hacerlo, también existe la música y la pintura y…, pero a mí particularmente se me da mejor escribir que pintar o tocar un instrumento (que para eso sí hay que tener talento)… Bien podría ser un motivo pero se me antoja un tanto banal.

Escribo para maximizar el uso de mi nombre…, quien me conozca entenderá esta razón, que sería sin duda práctica pero ciertamente falsa.

Reflexiono y reflexiono y a lo único a lo que llego en cada uno de los casos es que escribir me hace feliz. Y aunque no es lo único que en esta vida me hace feliz, ciertamente éste es un motivo de peso. Escribiré bien o escribiré mal, seré un aficionado o un profesional, un genio o un desastre, pero en cualquier caso me encanta hacerlo. Y eso sí es una razón.

Manuel F. Ramos

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Felicidades, compañero de viaje. Has conseguido muchísimo con una editorial pequeña...y eso es para quitarse el sombrero.

¡Un saludo!

Iván Ruiz Muñoz

Jorge dijo...

Felicidades por el libro, y más si es tan bueno. No lo he leído y no sé si lo haré hasta que no exista una versión en ebook.

Hace ya años que me acostumbré a ello y no siento la necesidad de "acariciar un libro, olerlo, pasar sus páginas...etc, etc". El espacio de mi casa no me lo permite.

Por otro lado, no entiendo la aversión a publicar un libro en ebook, si ya cuando se escribe se está creando el mismo.

Piratería? y cuál es la diferencia con leerlo en una biblioteca, que me lo deje mi prima... Lo siento, no me convence. Si quiero un libro, lo compraré, pero en digital. Que Cervantes no lo admitiese, lo entiendo. Que un escritor actual no lo haga... Lo siento, lo veo como una pérdida de negocio (si eso es la literatura).

De nuevo, felicidades.